No hay duda de que las desigualdades existen en todos los tipos de sociedad humana. Para describir estas desigualdades los sociólogos hablan de una estratificación social. La estratificación puede definirse como las desigualdades estructurales que existen entre diferentes grupos de individuos, y hay cuatro sistemas de estratificación básicos: esclavitud, casta, estamento o estado y clase. La estratificación por clase es la única que sigue en vigencia, por lo tanto centraremos nuestra atención en ella, pero no sin hacer antes una pequeña descripción de los sistemas nombrados.
· La esclavitud es una forma extrema de desigualdad en la que unos individuos son propietarios de otros. Desde hace un siglo la esclavitud se ha ido erradicando y en la actualidad ha desaparecido casi por completo.
· El término casta, que se suele asociar con las culturas del subcontinente indio, significa “raza” o “estirpe pura”, y no llega a constituir un sistema, sino que se trata de una diversidad de creencias y prácticas variables difusamente conectadas.
· Los estamentos o estados eran estratos con diferentes obligaciones y derechos recíprocos, algunos de los cuales estaban establecidos por la ley.
La clase se puede definir como el conjunto de personas que se reúnen a gran escala para compartir ciertos recursos económicos, los cuales tienen una gran influencia en la forma de vida que pueden llevar. La clase de un individuo es adquirida, ya que se permite el movimiento ascendente o descendente en la estructura de clases. Las clases se rigen por las diferencias económicas que existen entre los grupos de individuos y en las desigualdades en la posesión y control de los recursos materiales, cosa que hace que los límites entre clases no estén del todo claros.
Se han creado teorías de la estratificación en las sociedades modernas. Las más influyentes fueron los enfoques creados por Karl Marx y Max Weber.
La teoría de Karl Marx
Para Marx, una clase era un grupo de personas que tienen una relación común con los medios de producción, es decir, con aquellos con los que se ganan la vida. En las sociedades industriales modernas, las dos clases principales son la de quienes poseen los medios de producción –los industriales o capitalistas- y la de aquellos que se ganan la vida vendiéndoles su fuerza de trabajo –la clase obrera o, como los llamaba Marx, el proletariado-.
Marx afirmaba que la relación entre las clases se basa en la explotación, y a su vez, le impresionaban las desigualdades que llegaba a generar el sistema capitalista. Con el desarrollo de la industria moderna, la riqueza se produce a una escala jamás vista anteriormente, pero los trabajadores apenas pueden acceder a esa ganancia que genera su trabajo; de modo que siguen siendo relativamente pobres, mientras crece la riqueza acumulada por los propietarios.
Junto a las dos clases fundamentales nombradas anteriormente –los industriales y la clase obrera- existe lo que Marx denominó a veces clase de transición. Esta clase esta compuesta por grupos residuales que proceden de un sistema de producción anterior, como podrían ser los campesinos en las sociedades modernas.
La teoría de Max Weber
Max Weber parte del análisis desarrollado por Marx, modificándolo y reelaborándolo. Weber coincide con Marx en que la clase se basa en condiciones económicas objetivas, sin embargo, cree que en su formación también son importantes otros factores económicos, aparte de los reconocidos por Marx. Entre estos recursos se pueden incluir especialmente los conocimientos técnicos y las cualificaciones que influyen en el tipo de trabajo que las personas pueden obtener. Además Weber distingue otros dos aspectos básicos de la estratificación, independientemente del de la clase: los estatus y los partidos.
El estatus alude a las diferencias que existen entre dos grupos en relación a la reputación o al prestigio que les conceden los demás. Tener una posición privilegiada en sentido positivo otorga un prestigio, mientras que en sentido negativo nos situaría en un grupo parias. Las clases se derivan de los factores económicos que están relacionados con la propiedad y las ganancias; la posición se rige por la cambiante forma de vida de cada grupo. La posesión de riqueza suele otorgar un estatus elevado, pero hay muchas excepciones.
Los partidos se definen como un grupo de personas que trabajan conjuntamente porque tienen orígenes, aspiraciones o intereses comunes. La posición y la organización de los partidos pueden influir en las circunstancias económicas de los individuos y de los grupos, afectando, por consiguiente, a la clase.
Respecto a las sociedades occidentales, hoy en día la asignación de una clase social se produce por la riqueza y la renta del individuo. La riqueza se compone de todos los bienes que poseen los individuos, mientras que la renta es el salario o sueldo que procede de un trabajo remunerado, además del dinero que puedan generar las inversiones. El problema de esta estratificación es que tanto la distribución de la riqueza como la distribución de la renta siguen siendo desiguales y, por si esto no es suficiente, la situación sigue agravándose gracias al capitalismo, que hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres.
Movilidad social
Como ya hemos comentado, la clase de un individuo es adquirida, ya que este puede cambiar su situación socioeconómica. Podemos estudiar dos tipos de movilidades sociales: la movilidad intrageneracional y la movilidad intergeneracional.
La movilidad intrageneracional se puede examinar en las carreras profesionales de los individuos, es decir, hasta qué punto se desplazan hacia arriba o hacia abajo en la escala social durante su vida laboral. Mientras que la movilidad intergeneracional analiza en qué medida los hijos tienen el mismo tipo de empleo que sus padres o abuelos.
El hecho de que exista la movilidad social hace que muchas personas se esfuercen por tal de conseguir un mejor empleo y un sueldo más elevado. Sin embargo, aunque muchos crean que cualquiera puede llegar a la cima si trabaja duro y con suficiente constancia, sólo una minoría lo consigue. Además se debe tener en cuenta que quienes ocupan las posiciones de poder y riqueza disponen de muchas más posibilidades para perpetuar sus ventajas y traspasarlas a su descendencia. Pueden hacer, por ejemplo, que sus hijos tengan la mejor educación posible, y eso tiende a llevarles hacia buenos trabajos. Por lo tanto, podemos decir que la mayoría de los que llegan a la cima juegan con ventaja, ya que provienen de familias profesionales o acomodadas.
Volviendo al tema de la estratificación, El género es uno de los ejemplos más profundos de ella. No hay sociedades en las que el hombre no tenga, en ciertos aspectos de la vida social, más riqueza, un estatus mejor o más influencia que la mujer.
Frank Parkin afirma, en un estudio clásico sobre estratificación, que el estatus de la mujer tiene realmente muchas desventajas en comparación con el del hombre en diversas áreas de la vida social en las que se incluyen las oportunidades de trabajo, la propiedad de bienes, los ingresos, etc.
Se puede señalar que las mujeres, incluso hoy, suelen estar relegadas al “ámbito” privado: el mundo familiar doméstico, los niños y la casa. Por otra parte, los hombres tienen una vida más “pública” y determinan cómo se distribuye la riqueza y el poder. Su mundo es el del trabajo remunerado, el de la industria y la política. Con el paso del tiempo estas diferencias se van acortando, sin embargo, aún falta bastante para que haya una igualdad total, y en cualquier caso, es bastante complicado que se lleve a cabo.
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Eloy